¿El café siempre es el mismo?
Existen dos principales variedades de café; arábica y robusta. El café arábica se caracteriza por tener un sabor más suave y amigable con el paladar y tiene un menor contenido de cafeína. La planta (coffea arabica) que lo produce es más susceptible a enfermedades y plagas; estás características hacen que el café arábica sea más caro que el café robusta.
Por otro lado, el café robusta es más intenso, no apto para todos los paladares y el contenido de cafeína es casi dos veces al del café arábica. La planta (coffea canephora) que lo produce es mucho más resistente a plagas y enfermedades, además produce el fruto con mayor frecuencia que el café arábica; estás características lo hacen más económico.
Al momento de comprar café, la mayoría de las bolsas especifican la combinación de granos que contienen. La mezclas permiten lograr un equilibro entre el contenido de cafeína y el sabor que se espera obtener.
¿Qué hace que el sabor sea diferente?
Existen diferentes tipos de tostado; ligero, medio y oscuro, no obstante, existen una infinidad de combinaciones de tostados intermedios, algunos se conocen como “tostado italiano” o “tostado francés”. Estos nombres son un tanto rimbombantes al momento de buscar el tostado ideal para ti. Conociendo la diferencia entre los tres principales será suficiente para disfrutar de una buena taza de café.
El tostado es una parte del proceso crucial. El tueste extrae todo el potencial y le da el mejor sabor posible. El café puede adquirir notas cítricas o sabores a madera, incluso tonos sabor vainilla o algún otro sabor más exótico.
A menos que seas un fiel devoto del café, todos los sabores serán difícil de distinguir. Por eso, el proceso de selección del café esta basado en prueba y error. Tienes que ir probando diferentes combinaciones de granos y el tipo de tostado hasta que encuentras el que más te guste. No existe la combinación perfecta o el tostado ideal, todo depende de como te guste a ti beber café.
Algo que probablemente muchos hemos ignorado al momento de preparar un café, es la calidad del agua. La calidad del agua influye en el sabor, muchas personas pasamos por alto este detalle. Si realmente quieres obtener el mejor sabor posible de tu café, utiliza el agua con la mejor calidad que puedas obtener.
¿Cómo se prepara?
Pasando a la preparación de café, la cantidad mayormente aceptada para preparar un café es una cucharadita (6 a 8 grs) de café molido por cada taza (100-150 ml). Todo dependerá de que tan “cargado” quieras tu café.
Existen dos maneras básicas de preparar café, utilizando un filtro o en prensa francesa. En el método del filtro existen muchas variantes, pero el principio sigue siendo el mismo.
Método de filtrado
Se calienta el agua a una temperatura aproximada de 90ºC; se recomienda evitar la temperatura de ebullición del agua, ya que esto quemaría el café y el sabor no sería tan agradable.
El café molido se pone en un filtro, y se vierte lentamente el agua en el café, sin que el chorro toque el filtro y solo este dirigido al café. Esperamos a que la gravedad haga su parte y el agua sea filtrada. Este método es muy fácil, pero el filtro retiene ciertos aceites que el café contiene y puede ser que le reste un poco de sabor.
Prensa francesa
El segundo método, es la prensa francesa. Existen prensas de diferentes precios y materiales, pero una prensa de precio medio es más que suficiente para obtener un buen café. La preparación consiste en calentar el agua a la misma temperatura, 90ºC; verter el agua en la prensa para precalentarla, vaciar el agua y después de unos segundos agregar el café molido; se vierte el agua en la prensa y se tapa, nos esperamos cuatro minutos, presionamos lentamente y disfrutamos. Este método conserva todos los aceites y el café lo notaras un tanto más espeso.
Es bueno alternar estos métodos, ya que los aceites pueden causar problemas de colesterol en el futuro si se abusa del consumo de café preparado en prensa francesa.
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